¡Enrique! le llamo un hombre, pero el niño ni caso hizo. Hablé con ese hombre y supe q allí había + familia y amistads dl prota dl evento. - ¿Quiers conocer al autor del libro?. Me señalo a otro hombre canoso como él y pa´ya fui. - ¿Ers el autor dl libro? dije. -T has equivocado, contesto, yo soy periodista. Pero si quiers t lo presento.
El 2º canoso me llevo al 3º canas d la noche. Era el
homenajeado (¡Por fin!). Así conocí al "insigne" escritor. Conversamos poco pues apenas le dije q era
una chica común y corriente, q era la 1ª vez q asistía a la presentación
d un libro, nos interrumpieron dejándome + sola q la una. Como barquita perdida
en mar arribe a la orilla (La barra). Enseguida reconocí unas caras amigas.
¿Era gratis verdad? dijo la mujer menuda, morena. Ella y su acompañante a los q
me había acercado al entrar seguían allí. Varias fugaces ocasiones d hablar con
el escritor me sirvieron para saber q
ese era su 3º Iibro y poco +. En cambio
al periodista canoso le caí en gracia y
se empeño en regalarme el libro d su amigo ¡y hasta dedicado! ¡Dame tu tarjeta! ¡Dame tu tarjeta! insistía.
Confusa e incrédula no me decidía. - No
tengo, dije. Pues dame tus datos, dame tus datos…

Ya
en casa y tras la consabida regañina d "mi mamita querida" x la hora d llegar, (Previamnt m llamo
al móvil), va y me cuenta todas sus "movidas diarias". Ella divaga y
divaga y yo adivina y adivina pa abreviar las historias. Un siéntate q t vas a
caer d espaldas d cuando en cuando
entre medias d bla bla bla no me dejaba ir. Y tras tragarme el rollo,
asintiendo como los perritos adorno d
los coches, suelta: -¡La cartilla no t vale!. - Tendrás q ir a Cedaceros. ¿X?¡Chocolate x la noticia! (No era
pa tanto, ya lo sabía).Total prensa antigua.-Tu misma. Si luego no te atienden allá tu, me suelta.- Ya m hare
mi cartilla.

